Identidad Corporativa

Identidad Corporativa
Identidad Corporativa: ¿qué es y cómo crear la de tu empresa?

A la hora de buscar la consolidación de una marca existen diversos aspectos que son relevantes para que la empresa alcance la seguridad necesaria, ya sea financieramente o en la fidelización de sus consumidores.
Entre los factores que permiten que una marca se adhiera a los hábitos de consumo de los clientes, se destacan la relación post venta, los beneficios financieros y también la identidad corporativa, que hace con que el cliente asocie determinados símbolos, colores y prácticas a una compañía.

Identidad Corporativa: ¿qué es?

Es el conjunto de valores que conforman la visión de mundo de una empresa.
Sus principios, sus acciones de endomarketing, la postura que adopta en diferentes situaciones y la imagen que la empresa quiere cultivar de sí misma.

La identidad corporativa de una empresa va más allá de la apariencia del negocio y está relacionada con asuntos culturales y organizacionales importantes de la compañía.

Siendo conocida también como identidad empresarial, o corporate identity, es un aspecto fundamental para empresas de todos los tamaños y segmentos, pues es relevante en la relación con colaboradores y cliente.

La identidad, además del biotipo, representa lo que una persona es, sus valores, cómo se relaciona con otras personas y cómo se comporta en diferentes situaciones.

Como podemos ver los elementos que componen la identidad empresarial son una mezcla de esos dos aspectos, los esenciales y los visuales.
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¿Cuál es la diferencia entre identidad corporativa y logotipo?

Es común que al pensar que se necesita una identidad empresarial se piense específicamente en el logotipo y en la identidad visual.

Después de crear el logotipo, se cree que la definición de la identidad de la empresa está completa. Sin embargo, ese es apenas uno, entre diversos elementos que forman la identidad corporativa.

Se puede decir entonces que el logotipo es uno de los aspectos que una identidad corporativa debe tener, no obstante, no representa las características esenciales de la empresa.

La identidad visual es un factor importante, principalmente para generar el reconocimiento del público, sin embargo, la representación del discurso de una empresa debe ser puesto en práctica de diferentes formas y no solo estéticamente.

¿Por qué tener una identidad corporativa?

Una vez que la identidad empresarial representa los elementos, esenciales y visuales, que componen la empresa es fundamental una definición clara de ese patrón de comportamiento para que el cliente, los socios y los colaboradores sepan qué esperar de la compañía.

Empresas que poseen un discurso, pero en la práctica actúan en un sentido contrario pueden perder, definitivamente, la confianza del público.

Por ejemplo, si la empresa tiene un discurso a favor de la preservación ambiental y prácticas ecológicas, pero se asocia con compañías reconocidas como contaminantes, el público cuestionará esa actitud.

La identidad corporativa es, así, importante para construir un mensaje sólido que hará con que el público sepa qué esperar de la compañía.

Las nuevas tendencias de consumo hicieron de la relación entre empresa y cliente un aspecto importante para la fidelización y, también, para el equilibrio de las ventas, ya que la base fija de clientes compone una parte importante de las finanzas de las empresas.

Esta nueva relación hizo que los consumidores comenzaran a exigir determinadas posturas de las compañías con las que interactúan, siendo la identidad corporativa un factor relevante para dirigir esa relación.
¿Cuáles son las características subjetivas?

Al iniciar la elaboración de una guía de identidad corporativa diversos aspectos deben ser considerados.

Es importante que la identidad tenga en cuenta las prácticas diarias existentes en la empresa, para que evite otros problemas, como la falta de sincronización entre propuesta y ejecución.

Entre los factores subjetivos que deben estar presentes en la identidad de la empresa, se destacan:
  • Diferenciación: una propuesta eficiente debe distinguirse de las de la competencia y atraer la atención del público por la exclusividad de la actuación;
  • Coherencia: las contradicciones entre discurso y práctica son un riesgo que ya citamos, siendo así, la identidad debe preservar las características de la empresa y la forma como actúa;
  • Relevancia: la relevancia de la empresa para su público objetivo incluye, no solo crear un concepto de marca, sino también ser acorde con lo que el público busca con la compañía;
  • Reputación: a partir de una elaboración sólida de los tres elementos anteriores, la compañía tendrá más oportunidades de solidificar una imagen positiva entre su público objetivo. La reputación no surge instantáneamente y debe ser construida a lo largo del tiempo.
Ahora que sabemos cuáles son las características subjetivas que la identidad debe contener considerando la cantidad de elementos que la componen, vamos a detallar cuáles son los aspectos de la empresa que forman la identidad corporativa.

¿Cómo crear una identidad corporativa?

Como vimos, para crear la identidad empresarial es necesario saber lo que no es —apenas la identidad visual— y saber cuáles son los valores que debe tener —diferenciación, coherencia, relevancia y reputación—, entonces ahora podemos investigar más detalladamente cómo debe ser elaborada.

Historia de la marca

Cada persona desarrolla la propia identidad basada en la historia de vida que tiene.

Con las empresas no podría ser diferente. Una compañía solo puede adoptar determinado discurso si tiene sentido de acuerdo con su historia. Al identificar —y no crear— las motivaciones fundamentales de la marca, la identidad de la empresa será construida de a poco, en armonía con el mensaje emitido.

Identidad visual

La identidad visual es un aspecto fundamental de la empresa, pues los recursos visuales y diseño son los que van a representar el mensaje que la compañía quiere transmitir.

Entre los elementos que componen la parte visual, se destacan:

Logotipo

El logotipo es el símbolo creado o adoptado que representa visualmente los valores de la compañía. Especialistas en diseño indican que el logotipo debe ser sencillo y claro para que el mensaje sea fácilmente comprendido por el receptor.

Este símbolo puede estar relacionado con la marca escrita o con un dibujo, independientemente de la elección debe cargar un significado.

También se recomienda que se creen variaciones del logotipo, por ejemplo, en fondo blanco, fondo negro, vertical, horizontal, etc.

Paleta de colores

La paleta de colores no es solamente el color del logotipo, por ejemplo, sino también los colores y tonos que serán utilizados en todos los materiales de la empresa, ya sea material gráfico, online o incluso en la estructura física del negocio.

Es común que la paleta de colores incluya una paleta primaria de dos a 4 colores y una paleta secundaria entre 8 y 12 colores. Todos los materiales deben respetar esas especificaciones, pues la variación constante de colores utilizadas hace con que el público no logre identificar la identidad visual de la marca.

Tipografía

La tipografía consiste en las fuentes que serán utilizadas. Es común seleccionar solo una fuente, pero se debe considerar si es visualmente clara para ser usada en materiales impresos, digitales, en diferentes colores, etc.

Algunas empresas optan incluso por seleccionar una segunda y una tercera fuente en el caso de que la primera no esté disponible.

Público objetivo

La identidad de una empresa debe tener en cuenta el público objetivo y las buyer personas que quiere alcanzar. Tanto la identidad visual como la esencia del mensaje que desea transmitirse son diferentes si el público es de jóvenes de hasta 25 años o de personas entre 45 y 60 años, por ejemplo.

La adecuación de la identidad al público objetivo influye en la coherencia del mensaje y también en la construcción de la reputación.

Lenguaje

Otro aspecto esencial cuando se crea la identidad corporativa es el lenguaje que será adoptado, pues no será utilizado solo en materiales publicitarios, sino en toda la comunicación empresarial.

Tanto en la relación con clientes y colaboradores como en las elecciones mercadológicas, etc. Es importante, por tanto, que el lenguaje sea consistente con el mensaje y también con las características del público.

Mensaje

El mensaje —y el tono— son los elementos finales que constituyen la identidad corporativa.

El mensaje está relacionado con la visión, misión y valores de la empresa. Ese aspecto será fundamental para dirigir acciones en diferentes áreas de la compañía.

Por ejemplo, el mensaje puede ser más formal, de acuerdo con el perfil de la empresa, o inclinarse por la informalidad.

¿Y cómo la opción por el mensaje va a influir en las distintas áreas del negocio? ¿Qué sectores de la empresa son influenciados?

Al desarrollar la identidad corporativa todas las áreas de la empresa son influenciadas, directa o indirectamente.

Destacamos algunos aspectos importantes de esos cambios:

Comunicación interna

La comunicación interna, además de adecuarse a la identidad visual, debe hacer con que las formas de contacto con los colaboradores, como charlas, informes internos, cuadro de avisos, revistas, etc. transmitan los valores deseados utilizando el lenguaje correcto.

Comunicación externa

En el caso de la comunicación externa en la cual el público objetivo, socios y público general son impactados, ya sea por medio de la asesoría de prensa, piezas publicitarias, sitio web, redes sociales y otros, la importancia de mantener la coherencia con la identidad de la empresa también es fundamental. Entre los ejemplos de este tipo de comunicación está el manual de publicaciones de la marca en Facebook que debe seguir los mismos criterios de la identidad corporativa, sea visualmente o como interactúa con el público. Kit de redes sociales

Atención y relación con el cliente

Una empresa que transmite un mensaje de tecnología y modernidad, por ejemplo, pero no atiende a los clientes por las redes sociales, está en contradicción entre la práctica y la propuesta que posee.

Por tanto, las formas de relacionarse con el cliente, los canales de atención, los procedimientos, etc. son influenciados por la postura que la empresa adopta.

Cultura organizacional

Por fin, una empresa que incentive la libertad creativa de los colaboradores, por ejemplo, verá que ese valor influye directamente en la cultura organizacional de la compañía. Lo mismo ocurre con las compañías que valorizan otras características, como trabajo en equipo, organización, perfeccionamiento profesional, más calidad de vida, entre otros.

¿Por dónde empezar?

Podemos concluir entonces que la identidad corporativa está relacionada tanto con los elementos estéticos que transmiten la idea de la compañía, como con los valores con los que actúa.   De esta forma, esta guía influenciará en todos los aspectos del desarrollo del negocio, solidificando la relación con colaboradores, socios, proveedores y clientes.

Por más que sea el empresario quien mejor conoce las características del propio negocio, la identidad corporativa debe ser desarrollada profesionalmente por un conjunto de especialistas que puedan contemplar todos estos aspectos dentro de una guía de identidad.

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